Estudiantes de Cali, Bucaramanga, Tunja, Manizales, Pereira y Medellín narraron la diversidad del Conflicto Armado, la producción realizada en estas zonas permitió concluir que las múltiples violaciones de derechos humanos, el registro de hechos violentos y la perspectiva de las víctimas resultan el foco de los relatos en periodismo universitario.

En los últimos 20 años, la memoria encontrada en los registros del periodismo universitario tiene una línea muy marcada: el protagonismo a las víctimas. Estos relatos registran el inicio de la idea de reconciliación, pues cuando se reconoce la diversidad y la memoria de las víctimas se realiza uno de los ejercicios más sensibles por democratizar la compresión del Conflicto Armado Interno.

Las narraciones que realizaron estudiantes de más de 15 universidades, de ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Popayán, Ibagué, Bucaramanga y Manizales, contaron las realidades en medio de un país aún en conflicto. La narrativa estuvo basada en la reparación de las víctimas, la discusión y construcción de paz.

Las narraciones sobre el conflicto de Antioquia y el Eje Cafetero se han caracterizado por ser mediáticas; personajes como Pablo Escobar se posicionaron en el imaginario colectivo tanto nacional como internacional.

El asesinato de líderes sociales en departamentos del caribe colombiano, impulsó a Ketty Roqueme a investigar el porqué de los acontecimientos. Amenazada por actores armados responde con reflexiones frente al ejercicio periodístico universitario que ejerce

En Bogotá se encuentran diferentes espacios que han sido clave en el Conflicto y el Posconflicto Armado: el Teatro Colón donde se firmó el Acuerdo de Paz, el Palacio de Justicia testigo de episodios históricos asociados al Proceso de Paz, entre otros. Estos espacios cuentan la historia de cómo se ha vivido dicho proceso desde la institucionalidad.

La Amazonía, el pulmón de Colombia, ha sido escenario de diferentes fenómenos relacionados con el conflicto: problemas de tierras, cultivos ilícitos, ataques entre diferentes grupos armados y otros escenarios que han evidenciado la ausencia del Estado en estos territorios.

En aquellos pueblos donde terminan las cordilleras e inician las llanuras y morichales, existen estudiantes que narran hechos de violencia en el Llano; su impacto también se refleja en las Universidades.

Tolima registró 66 incursiones guerrilleras desde 1965 hasta 2013. Estos eventos marcaron la historia de los tolimenses. Hoy, cuesta arriba, van camino hacia la paz y la reparación.

El Pacífico es una de las regiones más diversas de Colombia, desde su multiculturalidad hasta su topografía. Allí, en uno de los territorios más afectados por la violencia, se tejen lazos, comunidades y actividades de resistencia.

Las ejecuciones extrajudiciales han sido uno de los crímenes del Conflicto Armado más dolorosos para las víctimas, siendo Antioquia una de las regiones donde más se perpetraron estos hechos. Colectivos de víctimas han logrado visibilizar los efectos de la guerra sobre las mismas, así como sus procesos de construcción de memoria.

Simití es un territorio de "Mucha tierra", sus menos de 10.000 habitantes respiran esperanza. Organizados desde 2006 como Comité Cívico junto a la ayuda de sus vecinos en otros municipios, no se rinden por construir paz y desarrollo. No se rinden ante la violencia.

Miguel es un hombre de 45 años que a través de la música se transporta a momentos pasados de su vida cuando fue reclutado por el ELN en Santander, época en la que también nació su amor por la música y su labor en la construcción de paz.

De la coca a la paz, hay 60 años de historia y mucho trabajo por consolidar esta última, sin embargo, y aunque para 2016 existían 6.838 hectáreas de cultivo de coca, esto es solo la consecuencia de un problema mayor.

50 campesinos de Recetor fueron retenidos en el año 2003 por el accionar violento de las Autodefensas Campesinas de Casanare; Mateo Reyes tomó una decisión radical ante la situación: escapar por el río Sunce.

El 11 de abril de 2002, sucedió el Secuestro de los 12 diputados del Valle del Cauca. Gustavo Arbeláez narra cómo fue responsable de aquel hecho violento cometido en la capital del Valle. Las memorias del antes conocido como alias ‘Santiago’, recopiladas por Marisol Jordán y su equipo de trabajo.

Medellín es una ciudad con un pasado marcado por el narcotráfico. Pablo Escobar moldeó a los jóvenes a beneficio. En aras de una violencia que desbordó a la capital de Antioquia y puso a más de uno a elegir entre claroscuros de una guerra ajena.

La población LGTBIQ+ ha tenido sus propias luchas durante el conflicto, con más de 2.000 personas de este colectivo que han sido impactadas por ello. Desde la organización Caribe Afirmativo impulsan estrategias para crear espacios seguros y continuar procesos de memoria y resistencia.

La paz y la memoria se perfuman a cacao en los territorios campesinos de Santander. 21 excombatientes que producen y comercializan cacao chucureño al lado de las que fueron sus víctimas, demuestran que entre todos se puede construir la paz.

La historia de Israel visibiliza un lado poco contado de la violencia: los miembros del Ejército Nacional como víctimas, en 50 años de Conflicto Armado se arroja un número de 14.864 de sus integrantes como tales.

Jaime uno entre más de 100.000 víctimas de desplazamiento forzado en el Tolima. A sus 65 años, se levanta todos los días para ayudar a otras víctimas a través de su asociación. Personas que, como hizo él, intentan buscar un respaldo del Estado para continuar.

Por generaciones su familia y Magaly Ayala sufrieron el Conflicto Armado. En un ejercicio de resiliencia, actualmente Magaly o ‘la comunicadora de la paz’ empodera e informa a las víctimas para salir adelante.

La Comuna 13 de Medellín es, para muchas personas, sinónimo de guerra. Ese territorio que décadas atrás fue protagonista de diferentes conflictos, es desde 2008 un espacio resignificado, donde se respira la cultura, el arte y la memoria, así como la resiliencia de sus habitantes respecto a la construcción de paz.

Comunidades indígenas de arahuacos se disputan la permanencia y cuidado de los territorios que históricamente son suyos. Un decreto del 2018 los mantiene a flote en un pleito legal.

Los ciudadanos de Colombia también son participantes activos del proceso de paz y el posconflicto. Miembros de la sociedad civil reflexionan sobre la construcción de país en la etapa del posconflicto.

La Orinoquía es una región bullente de comercio, ganadería y naturaleza, pero estos factores, permeados por el Conflicto Armado, también convierten a este territorio en uno de los más complejos a nivel socioeconómico por la implementación del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos.

En Tolima, donde se gestó el conflicto armado en 1964, Hever Olivera cultiva el campo y la comunidad. Este líder, que ha dedicado su vida a la finca que heredó de su familia, defiende la soberanía de los campesinos sobre sus tierras.

Las historias de un pacífico adverso, lleno de desigualdad social. Estas son algunas historias sobre la construcción de paz en un amplio territorio aún afectado por la violencia del conflicto.